jueves, 23 de abril de 2009

Los padres de alumnos reclaman que la policía vigile el absentismo escolar

La Concejalía de Servicios Sociales, a pesar de que la Fiscalía de Menores alertó de un aumento de las investigaciones a las familias, asegura que el problema está controlado

Los representantes de las asociaciones de padres de alumnos están cansados de encontrar en la calle a menores en horario lectivo, por lo que reclaman al Concello la intervención de los agentes municipales para atajar el problema. Las familias opinan que los policías deben preguntar a los alumnos que incumplen sus obligaciones escolares acerca de los motivos por los que se encuentran fuera de las aulas. Los concejales de Educación y Servicios Sociales opinan que las cifras de casos de absentismo no son preocupantes
PABLO LÓPEZ A CORUÑA Las asociaciones de padres de alumnos reclaman que la Policía Local evite que los estudiantes estén fuera de los centros escolares en horario lectivo. Las familias sugieren que los agentes municipales interroguen a todos los menores que encuentren para conocer los motivos por los que no se encuentran en las aulas. El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de la provincia, Virgilio Gantes, denuncia que los policías no intervienen cuando detectan la presencia de menores que faltan a las clases y defiende que el Gobierno local desarrolle medidas más efectivas para luchar contra el absentismo escolar. "No estaría de más que los policías vigilaran a los niños que están en la calle y que, cuando los vieran, les preguntaran por su situación", declara Gantes. La sugerencia de los padres llega un día después de que la Fiscalía de Menores alertara de un incremento de los casos de menores que se ausentan de las aulas de forma sistemática. Los responsables de este departamento investigaron durante el pasado año a 20 familias por problemas de absentismo escolar, una cifra que supera en un 20% la de 2007. La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, además de proponer un mayor control policial, reclama a los centros escolares una aplicación más estricta del protocolo que debe seguirse al detectar un caso de absentismo. El presidente de la federación exige que los jefes de estudios, además de enviar un parte de faltas a las familias, reclame que los alumnos que se ausenten tengan la obligación de entregar en el colegio una justificación de los padres. "La familia tiene que justificar las faltas y, de no ser así, los responsables del centro deben reclamar de inmediato una entrevista con los padres del alumno que ha faltado", expone Virgilio Gantes. La Concejalía de Servicios Sociales, a pesar de unos datos que la Fiscalía considera alarmantes, aseguró ayer que las intervenciones municipales han permitido que el problema del absentismo escolar se atenúe. La edil Silvia Longueira asoció este fenómeno a familias con problemas de marginalidad, un sector de la población que asegura tener perfectamente controlado en lo referente a la escolarización de los menores. "Los sectores con riesgo de exclusión están controlados por Servicios Sociales. Los niños de los sitios que tenemos vigilados van al colegio", manifestó Longueira tras conocer los datos publicados ayer en este diario. La responsable de Servicios Sociales, departamento al que deben recurrir los centros cuando detectan un problema de absentismo, comentó que el hecho de que una familia se despreocupe por que los hijos vayan a clase no significa que los menores estén desatendidos. "A veces se desatiende la escolarización, pero eso no quiere decir que estén desatendidos", opinó Longueira. La edil contradice con estas declaraciones los principios jurídicos por los que dos padres de Santiago de Compostela fueron condenados a tres meses de cárcel por no preocuparse de enviar a su hija al colegio. El juez que dictó la sentencia consideró que existía una situación previa al desamparo. El concejal de Educación, Carlos González-Garcés, se mostró más crítico con el absentismo escolar y comparó a los niños que faltan al colegio con los que carecen de alimentos. "Los derechos, cuando se poseen, se convierten en obligaciones. Es igual de obligatorio dar de comer a los hijos que mandarlos al colegio", precisó González-Garcés después de anunciar la colaboración del Ayuntamiento en una campaña mundial para promover la educación en los países más desfavorecidos y entre los sectores sociales marginales. El concejal de Educación coincidió con su homóloga de Servicios Sociales al restar importancia a los datos aportados por la Fiscalía de Menores. González-Garcés aseguró que las cifras no significan que haya más casos de absentismo escolar, sino que los mecanismos para detectarlos son más efectivos. "Muchas veces se confunde el aumento de un problema con el mejor conocimiento del mismo. Hace años ni siquiera había suficientes plazas escolares. Se ha mejorado mucho en la detección y, en comparación con el pasado, los casos son pocos", argumentó el concejal González-Garcés. La Federación de Padres de Alumnos apoya las sanciones contra los padres que no envíen a sus hijos al colegio, aunque considera excesiva una pena de cárcel.El Ayuntamiento colabora en la organización de los actos que se celebrarán en la ciudad dentro del programa de la Semana Mundial por la Educación. El Gobierno local y diversas ONG desarrollarán actividades que tienen como objetivo fomentar el acceso a la educación de los colectivos marginales y la escolarización de los menores en los países subdesarrollados. El acto central de la campaña en la ciudad se celebrará hoy, a partir de las 12.30 horas, en la biblioteca González-Garcés, donde escritores gallegos, profesores y alumnos leerán textos literarios. La sesión de fomento de la lectura se celebrará de forma simultánea en todas las ciudades gallegas y en otras 120 urbes de todo el mundo. Las organizaciones que participan en la campaña reclaman que los gobiernos desarrollen las medidas necesarias para garantizar que se cumplan los compromisos adquiridos por los estados en el foro mundial de Educación celebrado en Senegal, donde distintas naciones se propusieron erradicar el analfabetismo para el año 2015.

sábado, 18 de abril de 2009

La discriminación en el aula llega al maltrato psicológico y físico.

La discriminación en el aula llega al maltrato psicológico y físico
Romper o esconder objetos personales, dejar mensajes escritos, burlarse de señas personales y colocar apodos, son cosas “normales” entre chicos. Pero cuando estas acciones se dan de modo agresivo y se llega al punto de planear citas o amenazas a escondidas de manera continua y siempre contra un blanco específico, los juegos de chicos se convierten en problemas graves.
Los especialistas coincidieron en llamarlo “bullying”. Se da cuando un alumno o grupo mantiene una conducta de persecución física y/o psicológica contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques.
El termino deriva de la palabra inglesa "bull" que significa toro y es utilizado como sinónimo de torear o patotear.

  • Síntomas

Para Lagomarsino es difícil que los maestros puedan detectar cuando un chico está padeciendo violencia de este tipo porque en la actualidad los cursos son muy numerosos. Sin embargo, sostiene que hay ciertos síntomas que se ven y deben tenerse en cuenta tanto por los padres como por los docentes.
“Los chicos no lo van a contar pero se evidencia, en general, por el bajo rendimiento escolar, la fobia de ir al colegio, la tristeza o depresión, la pérdida del autoestima y el no querer contar nada acerca del colegio. Estos son algunos de los signos que evidencian que algo está pasando”, explicó Lagomarsino.
Además advirtió que es común la discriminación entre pares en la edad de la pre pubertad y pubertad y que lo que va a dar la pauta es el grado en el que estas acciones se dan.
En tanto, su colega, Suarez agregó que si estos síntomas son pasados desapercibidos o desatendidos en algunos casos –que dependen de factores personales- pueden llegar a causar en la víctima cuadros de neurosis, reacciones muy violentas y hasta el suicidio. Superar la situación
Para Lagomarsino salir del lugar del hostigado es muy difícil si se trata de hacerlo solo por lo que aconsejó que el tema sea tratado tanto por el colegio de forma grupal como por una terapia individual. Sin embargo, advirtió que muchas veces hay que pensar en un cambio de colegio.
“Me acuerdo que en el primario tenía unos compañeros que me pegaban siempre y me hacían las mil y una. Me esperaban en el baño cuando estaba solo, a la salida cuando las madres se iban, siempre encontraban el momento” recordó Francisco (19) que luego de frustradas charlas de su madre con las maestras se cambió a otro colegio en el cual pudo terminar el ciclo sin problemas.
Para Cecilia, docente de un colegio primario, es difícil percibir situaciones de estas porque es “un tema muy vedado ya que el mismo grupo genera como una coraza”. Sin embargo, “cuando se detectan se trabaja con la familia de ambos porque es fundamental que haya criterios comunes entre la familia y el colegio”.
Del mismo modo, aclaró que la idea es prevenir para que no pase a mayores pero sin sentar a nadie en el banquillo de los acusados. “No se trata de juzgar a nadie sino a la situación”, aclaró la docente.

EL GÉNERO Y LA EDUCACIÓN. Los chicos y las chicas tienen necesidades diferentes.

Quienes defienden la educación por separado de chicos y chicas han recibido el apoyo de un informe recientemente publicado en Inglaterra. En diciembre, Ofsted, el servicio inglés de inspección para niños y estudiantes, publicaba el informe titulado, «2020 Vision». El documento consideraba lo que podría ser la enseñanza y el aprendizaje personalizado en las escuelas en los primeros 20 años del nuevo milenio. El informe apoyaba la idea de que se debería enseñar a los chicos por separado para frenar sus peores resultados frente a las chicas, informaba el periódico Telegraph de Londres el 4 de enero. El informe mismo contenía una sección comentando la «división por géneros» en los resultados educativos de chicos y chicas. Esta diferencia de resultados se ha visto que existe en muchos países. El informe PISA (Program for International Student Assessment), publicado en el año 2000, mostraba que las chicas tenían resultados significativamente mejores que los chicos en las pruebas de lectura en todos los países menos en uno. En las matemáticas también quedaba clara la división por géneros – a favor de los chicos – aunque era menor. Las razones de estas diferencias son complejas, observaba el informe de Ofsted. Las investigaciones muestran que incluso a muy temprana edad los chicos tienden a ser mejores en matemáticas y en ciencias, y las chicas en lectura y arte. Las diferencias en los resultados, sin embargo, pueden cambiar según los métodos de enseñanza dirigidos específicamente a ayudar a los chicos a superar sus dificultades. Moulsham High, por ejemplo, en Chelmsford, una población en el sureste de Inglaterra, ha separado a chicos y chicas en los primeros cinco años de estudios desde los años setenta. Y ha tenido éxito en los resultados tanto de chicos como de chicas, informaba el Telegraph en otro artículo el 4 de enero, como parte de una serie sobre colegios con separación por sexos. «Sólo necesitas ver a un chico de 11 años para ver que es radicalmente diferente de una chica de la misma edad y necesita que se le trate así», comentaba al Telegraph Chris Nicholls, el director de estudios. Moulsham separa los sexos cuando los alumnos llegan a la escuela a los 11 años. Una vez que cumplen los 14, se mezclan para algunas clases, pero se mantiene la separación en matemáticas, inglés y ciencias.